Ilita
El fenómeno de deshidroxilación se produce, en general, entre los 600° y 700 °C; las ilitas alumínico-férricas lo hacen entre 450° y 550 °C, mientras que las magnésico- ferrosas tienen un proceso más lento. Esta pérdida de agua no afecta a la estructura, manteniéndose la ilita en su forma anhidra hasta los 850°-1,000 °C.
Las fases que aparecen al destruirse la ilita son: espinela, que se mantiene hasta los 1,200 °C; mullita, que aparece a partir de la formación de vidrio desde los 1,100 °C, si bien en arcillas cuyo contenido en ilita es muy elevado aparece entre 900° y 950 °C. La espinela aparece alrededor de los 1,000 °C estando en relación con el grado de cristalinidad de la ilita; así mismo, encuentra que la mullita aparece a partir de los 1,200 °C; junto a estas fases aparecen también forsterita, cuarzo, corindón y kalsilita. La gran cantidad de hierro y alcalinos que contienen las ilúas favorece la formación de vidrio, hecho que contribuye a que el desarrollo de fases a partir de ellas sea cuantitativamente pobre en general y nulo en aquellas que tienen un contenido alto en estos elementos.
Caolinia
Este mineral pierde su agua estructural a una temperatura de 500 °C, transformándose en metacaolinita mediante la deshidroxilación. Si el aumento térmico continúa hasta 1,000 °C se produce una reacción exotérmica que da lugar a la formación de dos nuevas fases: alúmina y mullita. La primera es producto de la destrucción de la capa con estructura de gibsita, mientras que la tnullita, al igual que la cristobalita, surge durante la transformación de la sílice en vidrio. La metacaolinita sometida a una temperatura de 950 °C favorece la formación de una estructura de espinela con liberación de Si02, transformándose la espinela en mullita y la sílice en cristobalita. La presencia de elementos, traza e impurezas en la caolinita, sometida a altas temperaturas, influirán decisivamente en sus transformaciones. La existencia de zinc, litio, magnesio y hierro contribuyen a la formación de mullita, mientras que el calcio la afecta ligeramente; el sodio, potasio y titanio la retardan. Con respecto a la cristobalita, la presencia de potasio reduce su formación, mientras que la de calcita, flúor y magnesio la favorecen; el sodio también reduce su formación, aunque en menor grado que el potasio.
Clorita
En su comportamiento térmico se han podido diferenciar dos momentos de deshidroxilación: uno entre 400° y 650 °C realizado en las capas brucíticas, y otro, con temperaturas de 800°-850 °C, que afecta a las capas con estructura de mica. La pérdida de la estructura permite la formación de olivino que se presenta con una estructura orientada. Alrededor de los 1,100 °C pueden parecer espinela y enstatita. Las temperaturas estimadas para la formación de nuevas fases a partir de las cloritas son muy variadas, dependiendo sobre todo del grado de cristalinidad de las mismas y de su composición química, que puede ser muy variable.
Esmectitas
Su deshidroxilación se produce entre los 500° y 700 °C, estableciéndose una distinción entre las montmorillonitas férrico-alumínicas y magnésicas. Las primeras reaccionan a temperaturas bajas, mientras que las segundas necesitan altas temperaturas. Mantienen la estructura anhidra hasta los 800°-900 °C. Las fases cristalinas que se forman al ser sometidas a altas temperaturas están en función de su composición mineralógica y de la variedad estructural. Las transformaciones sufridas originan la formación de espinela, anortita, enstatita, cristobalita, cuarzo y cordierita. Estas fases persisten hasta los 1.300 °C o más.
Cuarzo
Dentro de la matriz arcillosa, el cuarzo se comporta como material de relleno. Su influencia en las transformaciones mineralógicas está directamente relacionada con el tamaño de grano que presente; los cuarzos de tamaño grueso contribuyen a disminuir la contracción de la pasta cerámica durante el proceso de secado; por el contrario, la fracción fina favorecerá la formación de vidrio por ser de más fácil fusión y la aparición de nuevas fases mineralógicas como pueden ser: diópsido, wolastonita, feldespato potásico, ghelenita y anortita.
Feldespatos
Los feldespatos, sobre todo los alcalinos, contribuyen a la formación de vidrio desapareciendo a una temperatura de 1,000 °C. C. Los iones alcalinos presentes en la estructura favorecen la formación de vidrio al tiempo que inhiben la aparición de fases de alta temperatura, no impidiendo la nucleación pero sí el desarrollo de los cristales.